La capacidad de autoreplicación es la base de la existencia de las SRUs. Una unidad (pero no una estructura) tiene la capacidad de crear una copia exacta de sí misma (solo varía el número único de identificación). Para ello necesita tener los recursos necesarios en su cargo para pagar el coste de todos sus componentes, así como la energía necesaria. La unidad también necesita una casilla adyacente libre (sin que algo sólido la ocupe) para poder replicarse. Una vez comienza la acción no podrá realizar ninguna otra cosa y no se detendrá hasta replicarse. Una vez termine la réplica, le transferirá la mitad de su energía sobrante.

También existe una orden llamada Replicación, que hace que las unidades que acepten esta orden se repliquen.